La mascota transita libremente por la cabina del auto ya sea en los asientos delanteros o traseros. De todas, esta es la forma más riesgosa de viajar, ya que distrae visualmente al conductor y puede interrumpir los movimientos naturales de conducción pudiendo provocar un accidente. Sin embargo, en esta categoría por lejos lo más peligroso es recostar a tu perro en la bandeja trasera por detrás de las cabezas de los pasajeros. Ante un accidento o un frenazo brusco, el animal puede salir eyectado por el parabrisas provocando graves heridas para el y a quienes le rodean. Si te sorprenden transportando de esta forma a tu mascota, con seguridad serás multado.
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